El edificio fantasma

Edificio abandonado de IAPOS
Edificio de Ovidio Lagos esquina Güemes. Nunca funcionó nada ahí.

La pregunta es tan recurrente al igual que su respuesta. -¿Alguna vez funcionó algo en ese edificio? -No, siempre estuvo abandonado. Estamos hablando del edificio situado en la esquina de Ovidio Lagos y Güemes. Desde hace más 20 años, está abandonado, nunca se vendió, y las historias sobre su origen, motivo de abandono y destino son otras de las las anécdotas pintorescas de nuestro barrio. 

Formalmente, el edificio de cuatro pisos pertenece desde 1987 al Instituto Autárquico de Obras Sociales (IAPOS). Está situado en la esquina de Ovidio Lagos y Güemes y fue adquirido durante el gobierno de José María Vernet para ser instaladas oficinas de esta dependencia. Sin embargo, el edificio nunca fue ocupado por IAPOS y hace desde más de 20 años está abandonado, sucio, destruido, y con todos los vidrios rotos.

¿Qué tiene de malo el edificio?

Muchos rumores se corrieron en el imaginario colectivo acerca de las razones de su desocupación perpetua. Desde las más disparatadas, que señalan que estaría habitado por fantasmas o maldito; hasta las que indican que resultaría muy costoso acondicionarlo para ponerlo en funcionamiento; hasta las que indican que estaría mal construido de modo que no soportaría el peso que implica la instalación de oficinas.

Es precisamente ésta la versión más acertada. En declaraciones hechas al Diario La Capital el febrero de 2009; José Luis Rossi, subdirector de IAPOS dice que en un informe que data de 8 años de antigüedad, determina que la estructura no resistiría el peso. Es por eso, que nuevamente se intenta poner a la venta.

Historias del edificio.

El edificio alberga muchas historias. Una de ellas es que al tener dos de sus principales paredes totalmente vidriadas y estar siempre abandonado, es una delicia para los vándalos arrojar piedras, baldosas rotas (que en esa esquina abundan) y jugar a romper todos los vidrios. Tanto es así que entre esa actitud vandálica y alguna tormenta de granizo, dejaron sin vidrios el edificio. Años más tarde, los cristales que dan hacia la calle, fueron cubiertos por rejas estrechas; que también fueron dañadas. Es más, recuerdan los vecinos que en épocas de saqueos en la hiperinflación de fines de los 80; aparecieron carteles con la leyenda «Propiedad electrificada por razones de seguridad» sobre esas rejas. Esto alarmó a los vecinos, porque inmediatamente al lado, funciona un jardín de infantes.

Actualmente, uno de los portones de ingreso, por calle Güemes, permanece cerrado precariamente con una cadena y candado para amarrar motocicletas. Cada tanto; en horas de la noche, algún uniformado, linterna en mano, baja de una motocicleta, abre el candado y se introduce al edificio abandonado acompañado por una señorita de mala vida. Hoy en día, el edificio permanece vallado por carteles de publicidad en donde, los candidatos de turno vigilan la esquina al mismo tiempo que solicitan nuestro voto; o alguna compañía de telefonía celular promociona su última oferta.

Edificio Fantasma

El edificio en venta

Al igual que como ocurrió en 2000; este año se puso en venta nuevamente. Si bien Rossi, asegura que el proceso de venta es bastante largo y burocrático; que implica la realización de una evaluación del inmueble, una valuación del mismo; que pasan a otra dependencia de la provincia que verifican si los informes y valuación son coherentes y lógicos. Recién ahí se podrá lanzar la licitación pública y recibir ofertas. Afirma la necesidad es urgente, el plazo óptimo sería tener vendidos tanto el edificio como la casona en los próximos seis meses para iniciar la nueva construcción del edificio que será su reemplazo.

Sin embargo, no podemos ser tan optimistas. En una época en donde la construcción está en auge; los permisos de demolición y reedificación proliferan a pesar de la crisis económica mundial, nadie quiere comprar el edificio, que hace más de 20 años está abandonado. Es muy poco probable que cualquier persona física o jurídica quiera adquirir un edificio con defectos de construcción, más no sea para demolerlo. Más aun teniendo en cuenta el costo que acarrea la demolición y reconstrucción, que además está limitada en altura por la vigencia del Proyecto Especial Pichincha.

Los incendios sospechosos.

Como se dijo, el último intento de venta fue en el año 2000. En ese momento, el edificio tenía una ocupación parcial como depósito y archivo de papeles de la IAPOS. Dos días después de conocerse la puesta en venta, misteriosamente, el hueco del ascensor ardió en llamas, consumiendo los biblioratos y remesas de expedientes y papelerío archivados desde hacía mas de 10 años. Según el informe de los bomberos, no quedaban dudas de que fue ocasionado intencionalmente en intento de sabotaje.

Unos 10 días más tardes, volvió a incendiarse. Las sospechas aumentaron, aunque se determinó que este segundo fuego se podría haber producido “por la combustión causada por la cantidad de papeles”. Por eso, las entonces autoridades de la obra social, no sólo ordenaron el retiro de los archivos y su traslado a otro inmueble, sino también la custodia del lugar, señala el diario La Capital del 23 de de febrero de 2009. Obviamente, la licitación quedó desierta en esa oportunidad.

Vía | Diario La Capital – 23 de febrero de 2009

3 Comentarios

  • «Alguien» debería ocuparse de arreglar la vereda del edificio. tengo conocimientos de vecinas que se cayeron y se golperon mal, buscaron a quien hacer el reclamo y todos se lavan las manos. Los padres que llevan cochecitos con niños se les dificulta el tránsito también en esas veredas.

  • Nosotros, en nuestra niñes no juntabamos en este edificio. Teniamos el 4to piso como nuestro. Tengo muy buenos recuerdos de ese edificio…

  • En el terrero que ocupa este edificio estaba hasta fines de los 70 el Cabaret PREMIER.Tenía en la puerta un cartel de neón de letras celestes que decía ELSITA DIX (como figura principal). Yo sabía concurrir al PANAMERICANO ,que estaba en la cuadra anterior hacia la Estación

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