Postales de Pichincha: Barrio y Fútbol

Postales de Pichincha

Barrio y Fútbol

  • Autor: Héctor Hugo Cardozo
  • Género: Narrativa Argentina
  • Editorial: Homo Sapiens Editora
  • Edición: Rústica – 22×15 cm – Tomo único
  • Número de páginas: 176 páginas
  • Año: 2013
  • ISBN: 978-950-808-838-3

Sinopsis

Cada barrio tiene sus antecedentes, una prosapia definida, el modo, los personajes que la vivieron y disfrutaron y sufrieron. Todo eso que le da vida y valor. Y Pichincha, o la Pichincha, como memoran todavía aquellos antiguos moradores, tiene una historia, una singular historia, que la identifica, la hace impar. Distinta. Las andanzas de un tipo especial, si cabe, como el Rubio Ibañez, protagonista de la historia. Desentrañar los ritos y formas de una época.

Obra atrapante, poblada de recuerdos y sentimientos. El Rubio, Rosario, Pichincha, Central, la buena letra. El relato abarca a los personajes de su barra, las aventuras como hincha de Rosario Central de aquellos años. El desafío asumido: contar la historia de un pasado pesado, que se descubre nuevamente en cada episodio protagonizado por el Rubio y una galería completa de gente que transitó sus calles y le dio un colorido especial. Único.

Sobre el autor

Héctor Hugo Cardozo periodista desde 1966, cuando debutó como cronista en el programa «Confirmando», que dirigía Juan Gerardo Mármora, por LT2. Y siguió su carrera junto a Mármora por LT8 y en las transmisiones de fútbol en la organización conducida por Miguel Domingo Aguiló. Fue compañero de Héctor Vidaña, Oscar Marino, Carlos Fechenbach y Orlando Bueno. Participó en distintos envíos radiales, como «Imágenes deportivas», «Fortunísima», «Pregón agropecuario», y fue relator de informativos de Radio Rosario.

Se inició en el periodismo escrito colaborando con La Nación de Buenos Aires y La Capital de Rosario, en 1969. Posteriormente, desde 1971, se desempeñó como corresponsal de Clarín y El Gráfico. También participó en emisiones televisivas, junto a Héctor Evaristo Allen, en Canal 5. En 1979 se mudó a la Capital Federal, iniciando la segunda etapa de su carrera como redactor en la sección Deportes de Clarín y en la Hoja del Lunes. Desde 1980 estuvo únicamente en Clarín, medio en el cual ocupó la Jefatura de Cierre desde 1986 hasta 1993. Retornó a la sección Deportes hasta el cierre de su labor en ese diario, pasando de Editor Jefe a Columnista.

Realizó coberturas nacionales e internacionales, finales de Copa Libertadores, Copa América, Champions League. Fue columnista principal en seis campeonatos mundiales de fútbol y cubrió notas con las más prestigiosas figuras de ese ámbito. Vivió en México en 1983, trabajando en el periódico «Unomasuno».

Relación con el barrio

El texto trata sobre la Pichincha de los años 60, cuando ya había pasado la época prostibularia. Vemos un Barrio en donde la barra de amigos con apodos entrañables, las picardías colarse en el tren, los rebusques para ganarse unos pesos, los partiditos de fútbol y la haraganería era moneda corriente.
Internarse en las entrañas de un barrio como Pichincha, entre finales de la década de 1950 y la primera mitad de 1960, es el objetivo de este título. Para esa época, ya había pasado la época prostibularia. Nos encontramos con un barrio en donde la barra de amigos con apodos entrañables, las picardías colarse en el tren, los rebusques para ganarse unos pesos, los partiditos de fútbol y la haraganería era moneda corriente.

El personaje central, El Rubio, es el eje del relato y sobre el mismo van apareciendo otros que enriquecen el texto con las costumbres, los modos y la formas de esos tiempos. También surgen lugares entrañables, casi míticos, ya desaparecidos como el legendario Casino, Villamil, el bar de Doña Kika y varios más que dejaron su huella en el tiempo, cuenta Aptus1

Aspectos destacados de la obra

Es una obra fundamental para entender la vida de barrio ya hace años perdida. La de la juntada de los pibes para jugar al billar, jugar a las cartas y tomar un café en la esquina. Sirve para rescatar las peripecias para seguir a Rosario Central de visitante y volver sin gastar un solo peso; eludiendo el pasaje en tren (de ida y vuelta), entrada a la cancha y alguna comida. Evoca el imaginario sin fin para ganarse el mango, sea repartiendo los pedidos de la verdulería (y aguantándose los improperios del dueño cuando los clientes se quejan que el pedido no llegó completo); o elevando el precio de la mano de obra como pintor ofreciendo colocar aditivos importados, que no era más que aguarras en una botella de vino extraña.

Si hasta conocemos historia de Néstor Combin, por aquellas épocas conocido como El Grone, quien frecuentaba los partidos de futbol barriales Liga Amateur, pero que años mas tarde brillaría en Europa y jugaría un Mundial.

Crítica

El relato es ameno, divertido. Desde las primeras páginas sabemos que vamos a encontrarnos con una historia atrapante, donde la descripción de la situación, el trasfondo histórico, político, social, la atención a los detalles, las referencias a personas, personajes y lugares abundan y contextualizan correctamente el entorno en donde se desarrolla la historia.

Se hace uso correcto del lenguaje coloquial de la época, mezcla del lunfardo con el dialecto barrial. Así, por ejemplo, podemos leer que tal personaje tenía “buena percha”, o tal otro “tiene un filito”. Quizás como punto en contra podríamos decir que en la mayoría de sus páginas nos encontramos con párrafos muy extensos, con muchas ideas concatenadas que hay que desenredar para redondear el concepto, pero se debe mas la impronta del autor que a un vicio de redacción.

Breve fragmento

El Grone, el personaje principal en esta ocasión, había sacado chapa desde pibe de delantero imparable en los extensos partidos sabatinos que se jugaban en el Parque Norte. (···) esa habladuría dibujaba cual era la realidad económica del Grone, en esos pasajes de su vida: La realidad auténtica de un muchacho se que sostenía a los saltos con el fútbol y alguna que otra ocupación transitoria. (···) La película real y de colores del Grone siguió en París y se prolongó enseguida con su incursión en el Lyon, se dio el gusto de jugar el Mundial de 1966 para Francia, pasó por la Juventus de Italia y fue campeón intercontinental con el Milán, en dos infernales e inolvidables partidos contra Estudiantes de La Plata; el de Zubeldía (Osvaldo), Pachamé, la bruja Verón, Bilardo, Etchecopar. El Grone, el que le dio refugio en Milán a Tarantela, y con un proceder generoso los sostuvo ocho meses a su cargo, le sacó pasajes de primera para el retorno a Rosario y le metió billetes grandes para que se comprara un taxi y tuviese una herramienta para defenderse; fue se atacante potente, al que habilitó temporalmente el dictador Juan Carlos Onganía para ingresar al país porque era desertor del ejército y fue, además Aguirre Suárez dejó nocaut con un cabezazo que se estrelló en su nariz en la Bombonera. (···) Ese Grone que fue una estrella del fútbol fue Néstor Combín. Una de las glorias propias de la Pichincha, ignorado mayoritariamente. De Combín se sabía y mucho del otro lado del mapa, datos y cualidades, pero ni en Rosario y menos en Buenos Aires se tenían noticias de ese fibroso jugador de piel trigueña, pelo duro y poderoso remate. Pero el barrio, por supuesto que sí lo reconocía, en las tertulias de Villamil, del Nexo o de Unión y Gloria, al Grone se lo tenía bien registrado.

— Capítulo «Del olvido nacional al orgullo territorial», páginas 48 a 51.
Referencias
  1. Aptus – Presentan en libro Postales de Pichincha de Héctor Hugo Cardozo https://aptus.com.ar/presentan-el-libro-postales-de-pichincha-de-hector-hugo-cardozo/

1 Comentario

  • Buenos días, vivo en Pamplona (España) y quiero recoger fotos o información de la Pizzería Villamil de Salta y Ricchieri (soy hijo de uno de los dueños, Arturo).
    Por favor, agradecería cualquier información. También, deseo saber si puedo comprar el libro desde aquí.
    Un saludo

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