El Imperio de Pichincha
La mala vida en Rosario | 1870-1935
- Autor: Rafael Oscar Ielpi
- Género: Historia Argentina
- Editorial: Homo Sapiens
- Edición: Rústica – 23×16 cm. – Tomo único
- Número de páginas: 224 páginas
- Año: 2009
- ISBN: 978-950-808-605-1
Sinopsis
Obra pionera en el estudio de la «mala vida» rosarina fue Prostitución y Rufianismo (1974), en la que Ielpi y Héctor Zinni aunaron la búsqueda documental y el análisis del crecimiento del comercio sexual con valiosos testimonios personales de muchos testigos del esplendor prostibulario en el emblemático barrio de Pichincha. Este libro viene a complementar aquel enfoque inicial, del mismo modo que lo hicieran varios de los libros publicados después por Zinni. En El imperio de Pichincha, Ielpi completa esa investigación con un trabajo que incorpora muchas de sus investigaciones, hallazgos e interpretaciones de los últimos diez años.
Más allá de las nuevas visiones y búsquedas que se han realizado y las que se harán en el futuro, en la mayoría de los casos desde ámbitos universitarios, este libro tendrá real vigencia en el futuro por el minucioso rastreo de la trama del comercio prostibulario tanto como del accionar de las asociaciones de tratantes, por la descripción del sórdido y pintoresco submundo que conformaba el barrio de Pichincha, y por el señalamiento de factores que, como la complicidad policial y judicial y de los funcionarios, contribuyeron a la larga impunidad de la que gozaron los tratantes.
Pero El imperio de Pichincha es también una muestra de la calidad de una escritura que hace accesible y atrapante para el lector la larga saga histórica de madamas, pupilas, prostíbulos y rufianes que dieron fisonomía a una etapa peculiar de la vida cotidiana de Rosario. El libro fue presentado el 25 de noviembre de 2009 en lo que actualmente se llamaba Centro Cultural Bernardino Rivadavia (actualmente Cultural Fontanarrosa)
Sobre el autor
Rafael Ielpi nació en Esquel (Chubut) y vivió en Rosario desde su 10 años. Ejerció el periodismo como redactor y colaborador de diarios y revistas de la ciudad (Hoy, Crítica, Democracia, Boom, Etcétera). Ha publicado libros de poemas: El vicio absoluto (1964), Para bailar esta ranchera (1979), El vals de Hermelinda (1981), Viajeros y desterrados (1988) y Días de visitas (1988), uno de relatos: No juegues con gitanas (1989) y tres de investigación histórica: Prostitución y Rufianismo (1974), con Héctor Nicolás Zinni, que ha alcanzado su quinta edición; Rosario. Vida Cotidiana (2000) y Rosario, del 900 a la década infame, cuatro tomos aparecidos entre 2005 y 2006.
En 1972, con música de José Luis Bollea estrenó la crónica cantada La Forestal, considerada como uno de los aportes mas importantes a la música argentina testimonial de raíz folklórica, y reunió su producción como letrista de canciones en Cancionero (2003). Con Carlos A. Vila Ortiz publicó Imágenes de la memoria (1996) y Philip & Raymond (1998). Fue titular del área de Cultura de la Municipalidad de Rosario en la recuperación de la democracia (1983-1989) y concejal de la ciudad en tres oportunidades (1991-1995, 1997-1999 y 1999-2003) presidiendo el Consejo Municipal ese último año. Desde 2003 hasta 2023 fue director del Centro Cultural Bernardino Rivadavia de Rosario (actualmente Cultural Fontanarrosa). En 1989 obtuvo el Premio Marcelo Weil por su aporte a la cultura de Rosario y en 2009 fue declarado Ciudadano Ilustre de Rosario, en reconocimiento de la ciudad por el invalorable aporte que ha realizado como ciudadano, como artista, como periodista y como hombre público. Falleció en el año 2024.
Relación con el barrio
Tal como se adelanta en el prólogo, «no es obra de un historiador, sino de un escritor interesado aportar también al conocimiento y rastreo de los avatares de la mala vida». Es una clara alusión al debate que se suscitó un año antes de la publicación del libro en relación al rigor científico al rigor científico de determinadas obras que abordan el tema. La obra es la última del autor sobre este tema, pasando la posta a las generaciones futuras.
Esta obra se centra principalmente en nuestro Barrio, aunque en los primeros capítulos se hace un repaso sobre los orígenes de la prostitución reglamentada, el ascenso de la organizaciones de tratantes como la Sociedad Varsovia, devenida en Zwi Migdal y la escisión de ella, la Sociedad Asquenasum. Se adentra en la sección cuarta con la instalación de los primeros prostíbulos hasta el nacimiento de Pichincha.
Hace un buena recopilación de los principales burdeles y su ubicación; con una breve descripción de sus titulares conocidos y madamas de turno. Se llevan un capítulo especial aquellos cafés o cafetines donde algunos músicos (tangueros, fundamentalmente), aficionados, semiprofesionales o consagrados se hacían oír, junto a payadores y bailarines que acompañaban con ritmo los valses y las milongas. Bebidas, juego de carta o taba y discusiones acaloradas terminaban de decorar el paisaje urbano.
Finalmente, se evoca la principal de divisa o moneda de cambio de aquella época: la lata, recopilando su operatoria. También se recuerda las formas alternativas y menos frecuentes; en forma de casa de pensión.
Aspectos destacados de la obra
La obra se considera como la continuación natural de Prostitución y Rufianismo, que fue escrita por el mismo autor (en coautoría con Héctor Nicolás Zinni) varias décadas antes. Esta continuación se nutre de la información y documentación que fue surgiendo desde el momento de su publicación original que fue pionera en el tema a nivel local.
Para aquellos que inician un trabajo de investigación, es un buen puntapié inicial. En poco mas de 200 páginas se puede obtener una radiografía bastante clara del barrio de aquella época. Cuenta con referencias a otras fuentes, cita de testimonios y abunda en anécodotas y relatos sobre la vida cotidiana.
Crítica
Cabe hacer una crítica similar a la que hicimos al momento de reseñar Prostitución y Rufianismo. Es un texto de investigación fácil de leer en comparación con los escritos académicos dirigidos a investigadores cuya solemnidad y estructura los hace difícil de digerir. El Imperio de Pichincha está dirigido al público rosarino en general y especialmente quienes conocen o habitan (o conocen el pasado) del barrio Pichincha. En el libro van a encontrar historia “propia” bien contada y bien investigada. Con escritura accesible y atrapante, investigación seria y minuciosa, se conforma un retrato vivo del submundo rosarino, con entramados de criminalidad y complicidad institucional.
La investigadora uruguaya Yvette Trochon, citada en el prólogo del libro, lo resume impecablemente; reconociendo al autor como “investigador de los buenos” destacando que debido a sus origines enclavados en el periodismo y la literatura, dotan a la obra de una dimensión muy atractiva a través de un relato ágil y bien documentado.
¿Qué podría estar mejor? Tanto las últimas ediciones de “El Rosario de Satanás” como «Prostitución y Rufianismo» contenían un índice onomástico. Ésta edición no cuenta con uno y se lo extraña.
Breve fragmento
El «Madame Safo» tenía, además de sus aún subsistentes características arquitectónicas (mucho mas notorias que las de os otros prostíbulos), un aura selectiva que constituía parte de su fama y que dejaba inexorablemente afuera de sus habitaciones a quienes, por su condición social o su indumentaria no garantizaran el pago de los 5 pesos de rigor o apareciesen como eventuales promotores de algún incidente reñido con el «buen tono» del lugar. La categoría social de muchos de sus habitué, la relevancia política local o regional de otros, eran circunstancias que hacían aún más necesario cierto recato en esos locales, que evitara en lo posible la intervención policial, por más que la misma no pasaba, si había gente notoria en el recinto, de un simple expediente cuando no de un simulacro. (···)
— Una francesa de leyenda (páginas 150 a 165)
Las anécdotas no tienen casi fin, pero de todas ellas, aun de las mas sospechables de exageración, se desprende que se trataba realmente del mas lujoso, concurrido por gente que podía permitirse el pago habitual de los 5 esos que demandaba el comercio sexual (además de los otros tantos o más que resultaban de alguno que otro capricho que podía satisfacer el lugar) y por otros para los cuales reunir esos cinco pesos era un sacrificio semanal. Los primeros sabían que allí encontrarían la delicadeza y discreción que garantizaba un mecanismo empresario sólido y aceitado, como lo demandaban por lo demás los férreos preceptos de las sociedades de rufianes que detentaban las propiedades de esos lucrativos negocios y los encaraban realmente como tales. (···)
El destino de la última Madame Safo, y como correspondía a un submundo de oscuridades y tinieblas, quedó para siempre en las sombras, rescatada a veces por alguna anécdota que la devuelve, junto con otras historias verdaderas igualmente entrañables, como la de aquel joven estudiante de ascendencia francesa qe durante su residencia en Rosario, aprovechando el conocimiento de ambas lenguas, enseñaba «buenos modales» las prostitutas francesas de Pichincha. Con el tiempo, y ya convertido en nombre insoslayable de la psiquiatría y la psicología en la Argentina, aquel hombre llamado Enrique Pichón Riviére, recordaría con afecto esos tiempos en sus conversaciones con Vicente Zito Lema, editadas luego como libro.

¿Dónde conseguir ejemplares NUEVOS de este libro? Gracias, atentamente.